La edición se define como la comprobación lingüística de un texto para asegurar que cumple con las normas gramaticales, de puntuación y ortografía de la lengua origen. El editor corrige los errores gramaticales, de puntuación y ortografía. El editor trabajará en el modo de control de cambios para resaltar los cambios realizados en el texto. Cuando el editor estime que la calidad lingüística del texto podría mejorarse para que tenga más claridad y se comprenda mejor, añadirá un comentario al texto en cuestión, formulando sugerencias de mejora. El editor no tiene por qué identificar o corregir los errores o problemas del contenido del texto. Si el editor detecta posibles problemas relativos al contenido, los destacará en el documento. Compete al cliente evaluar la pertinencia de todos los comentarios y tomar las medidas adecuadas. El editor no corregirá los problemas de formateo o composición del texto.